Hoy he llegado a Madrid desde Castellón. En tres horas. Una maravilla.
Mañana saldremos a las 11 para Tel Aviv.
Dicen que las revisiones de los equipajes de quienes van para Israel son cosa seria. Lo viviremos. Espero no tener que contar nada negativo.
De Tel Aviv iremos a Nazaret. ¡Cuántas cosas nos han contado de Nazaret!:
- El lugar donde vivieron más tiempo María, José y Jesús.
- Donde María recibió el anuncio de que iba a ser la Madre de Dios y José también escuchó al ángel que le comunicaba que el hijo que tendría María sería el Hijo de Dios.
- Donde no supieron ver en Jesús al Mesías, porque era uno de los suyos y lo conocían -eso creían- muy bien.
- Un lugar que no tenía buena fama entre los judíos (de Judea): "¿de Nazaret puede salir algo bueno?".
En Nazaret pasaremos la noche.
20 de
julio: viaje de Madrid a Nazaret
A las 6 de la mañana ya estaba levantado. Hemos celebrado
la misa los salesianos que estábamos alojados en la parroquia.
A las 7’30 hemos cogido el autobús, que venía de
Carabanchel y hemos recogido a los que estaban alojados en la CCS.
A las 8 en el aeropuerto de Barajas, en la famosa T4.
Todo un mundo para alguien como yo, que no sale mucho por estos lugares.
Interrogatorio por parte de los israelíes de la compañía
de vuelo Al-Al. Un interrogatorio exhaustivo.
Hemos almorzado y
luego a esperar.
El vuelo ha salido tarde y ha llegado media hora más
tarde a Tel Aviv.
Del aeropuerto Ben Gurion a Nazaret.
Estamos en el Nazaret judío. Está el Nazaret de toda la
vida, por decirlo de alguna manera, que está habitado principalmente por
palestinos, y donde estamos, habitado por judíos y que se llama Nazaret Illt.
Aquí sólo hemos tenido tiempo para cenar –hemos llegado a
las 20 horas y pico-, para charlar un poco y para dormir, que mañana a las 7
hay que estar desayunando.
21 de
julio: Monte Carmelo – Santuario Monasterio del sacrificio – Nazaret y Caná
Ayer me costó dormirme y hoy a las 6’15 para arriba. A
las 7 desayuno, bajar la maleta y salir para el Monte Carmelo, en Haifa.
Allí hemos visitado el Santuario Monasterio Stella Maris,
de los carmelitas, en el que se venera la imagen de la Madre de Dios bajo la
advocación de Stella Maris y se recuerda el retiro de Elías a la gruta donde
espero la lluvia, tras la sequía que había profetizado.
Se relaciona a la Virgen con aquella pequeña nube que vio Elías
tras su retiro. Del mismo modo que esa pequeña nube trajo el agua de la vida a
Israel, la Virgen
nos trae la verdadera vida, no sólo para Israel, sino para todo el mundo. Esa
vida verdadera es Jesús.
Le hemos rezado a la Virgen y hemos recordado a Elías en la escultura
que se ha hecho debajo del altar mayor del santuario, que representa a Elías en
aquella gruta.
En ese santuario hay cuatro placas que recuerdan a los
grandes santos carmelitas: Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz , Edith Stein y una beata
palestina.
Ante la puerta una cruz recuerda a los carmelitas y
soldados franceses que los turcos asesinaron en tiempos de Napoleón sin ninguna
piedad.
Nos hemos acercado al mirador de la bahía de Haifa. Antes
de llegar al mirador una alta columna con la imagen de la Virgen patrona de Uruguay
–creo que es Uruguay- nos recordaba el territorio marcadamente mariano en el
que nos encontrábamos.
La bahía de Haifa constituye el mejor puerto natural de
Israel. Por ella entraron los judíos que fueron llenando de judíos otra vez
esta tierra tras la segunda guerra mundial en la conocida como Operación Éxodo.
Cerca de la bahía un barco de los que participó en esta operación está colocado
como monumento recordatorio.
De allí nos hemos trasladado al Santuario Convento del
Sacrificio. Allí hay otra comunidad de carmelitas. En este lugar se recuerda,
de nuevo, la fidelidad del profeta Elías al verdadero Dios, al Dios de Israel,
frente a los baales. El episodio es conocido: Elías reta al rey y al pueblo a
confirmar cual es el verdadero Dios con un sacrificio de un ternero. Por una
parte los profetas de Baal tendrían que rezar a su dios para que hiciera llegar el fuego que
consumase la víctima. Por otra parte, Elías tendría que hacer la misma petición
a su Dios. El éxito lo consigue Elías, que así confirma la veracidad del único
Dios. Y termina degollando a los profetas de Baal, un dios tan falso que no
puede hacer bajar fuego sobre la víctima que se le ofrecía.
En el santuario una escultura recuerda el hecho.
El santuario cuenta con una terraza desde la que se
divisa toda la zona de Galilea con un dibujo que indica en qué dirección se
encuentra cada lugar. La visión de toda la vega es maravillosa.
El tercer sitio que hemos visitado ha sido la fortaleza
de Meguido, más conocida como Armagedon, por la cita del Apocalipsis.
Es una fortaleza defensiva. En ella vivieron un gran
grupo de soldados. Tenía hasta un palacete y un pequeño templo. Su función era
defensiva. Situada en un punto clave de paso de Israel y del norte de África,
de Egipto sobre todo, hacia el norte: Persia, y viceversa.
Actualmente está en ruinas, que se están excavando
todavía y que van descubriendo la grandeza de la fortaleza de Meguido.
Tras esto hemos regresado a Nazaret.
Antes de comer hemos visitado la Iglesia del Ángel Gabriel
o de la Fuente
de la Virgen ,
que está en manos de los ortodoxos. En ella se rememora la Anunciación del Ángel
Gabriel a la Virgen
en un templo construido encima de una antigua fuente, que se cree que era la
fuente que proporcionaba agua al Nazaret de la época de Jesús.
Tras comer en el restaurante con el nombre de La Fontana di Maria, hemos
visitado la Basílica
de la Anunciación :
es todo un homenaje a la Madre
de Dios.
Dentro del espacio del templo hay una galería con
imágenes de la Virgen
de todo el mundo. Entre ellas hay tres
cuadros que recuerdan tres advocaciones españolas: Monserrat, Desamparados y la
de Canarias. Dentro hay un gran cuadro
bajorrelieve de la Virgen
del Pilar.
Destacar de este santuario las excavaciones que sacaron a
la luz restos de una casa –se opina que es la de la Virgen- en la que se han
encontrado restos de una comunidad cristiana desde el siglo II. Estos restos
tan tempranos de vida cristiana en una casa de un pueblo como Nazaret es una
prueba que aportan los arqueólogos para afirmar que debía de ser la casa de
alguien importante para esos primeros cristianos: ¿qué lugar más importante que
la casa de María?
Allí hemos celebrado la misa, conmemorando lo que el
templo presenta a todos: la
Anunciación del Ángel a María, la Encarnación del hijo
de Dios.
Cercano a esta basílica está la Iglesia de San José, sobre
lo que se supone que fue la casa de la Sagrada Familia.
Tras esto hemos ido a Caná. Hemos visitado la iglesia que
recuerda el primer signo de Jesús.
Hemos estado tras los primeros pasos de Jesús. Nazaret y
Caná. Jesús se hizo un hombre más. Se encarnó con todas las consecuencias. Dios
se hizo historia y vivió y realizó sus signos en un lugar concreto, en una
época concreta, con personas concretas. No eligió ni tuvo la posibilidad de
echarse para atrás cuando las cosas no le gustaban. Por esto vivió en Nazaret
con José y María. Por eso trabajó. Por eso estuvo esos treinta años oculto. Esa
normalidad, ese anonimato también es Palabra de Dios y me hace pensar en que no
hay que buscar grandes cosas para anunciar a Dios para ser testigo suyo. Toda
la vida, incluso aquellas épocas que consideramos más apagadas o inútiles, se
deben vivir como testigos del Señor. Un cristiano tiene que esforzarse por
llevar siempre ese vino nuevo de la alegría y la vida feliz, plena que nos trae
Jesús, como el hizo en Caná. Para ello se cuenta con la ayuda de María, nuestra
Madre y Auxilio.
El día lo finalizamos con un paseo por el lago. Meditamos
dos pasajes de los muchos en los que Jesús está por el Mar de Galilea: el
episodio en el que Jesús se les aparece a los apóstoles en medio del mar y les
dice lo de no tengáis miedo y aquel en el que después de resucitado se
les aparece a Pedro, Juan y alguno más asando un pez.
22
de julio: Monte Tabor – Cafarnaún y Casa de Pedro – Travesía por el Lago
Tiberiades – Monte de las bienaventuranzas – Cesarea de Filipo: Primado de Pedro – Magdala
Empezamos el día en el Monte Tabor. Allí hay un santuario
que recuerda el hecho de la
Transfiguración de Jesús delante de Pedro, Santiago y Juan su
hermano.
En la capilla de Moisés leímos el párrafo del evangelio
que nos narra la Transfiguración.
Tras una breve charla de aplicación a nuestra vida, de
recordar los principales hechos bíblicos que han sucedido en este lugar y ver,
desde una terraza los pueblos de alrededor, recordando sucesos bíblicos
acontecidos en ellos, se nos dio tiempo para visitar el lugar y hacer fotos. La
verdad es que vamos a toda prisa en todos los lugares.
El Monte Tabor tiene una altura de alrededor de
seiscientos metros. Desde el punto de vista español no es mucho, pero partiendo
desde casi el nivel del mar, es una montaña que sobresale en medio de la zona.
Destacar el mosaico del altar mayor que representa la Transfiguración de
Jesús.
De allí salimos para Cafarnaún.
Cafarnaún ya no existe. Lo que queda de ella son las
ruinas que se visitan.
Visitamos la iglesia que está situada sobre la casa de
Pedro.
Aquí surge la gran pregunta que se plantea en todos los
sitios que se visitan: ¿realmente era ésta la casa de Pedro?
Sólo podemos aportar datos arqueológicos. Esta ciencia
nos enseña que estamos en una casa datada en el s. I d.C., una casa donde
vivían varias familias emparentadas, cada cual tenía su habitáculo, repartidos
alrededor de dos patios. En ella se han encontrado restos de grafitos que
hablan de Pedro. Se ve que la casa se ha cuidado, pues se revocó de cal y se
enyesó, En el s. III ya aparecen pinturas. Se han encontrado restos de
elementos de celebración desde mitad del s. II y desde el s. IV se la conoce
como domus ecclesiae. En el siglo cuarto se refuerza con un arco y se
construye una basílica bizantina, que fue destruida por los musulmanes y luego
se construyo, encima de los restos excavados de esta casa, la iglesia actual.
Dado que todo esto hace que sea una casa que se ha
tratado especial, se deduce que tiene muchas posibilidades de que sea la casa
de la persona que acogió a Jesús en ella y a quien Jesús eligió como piedra de
su Iglesia.
Fue interesante recordar que Jesús vivió bastante tiempo
en esta casa acogido por Pedro, una vez que empezó su predicación y dejó
Nazaret.
Entre las ruinas que existen están las de muchas casas y
la de la sinagoga. Nos cuentan que no es la sinagoga en la que Jesús participó
de las celebraciones judías, sino otra que Constantino construyó en honor a
aquella en la que Jesús rezó, escuchó la Tora y la proclamó y curó. La construyó
suponiendo que en ese lugar estaba aquella en la que Jesús estuvo y la hizo a
todo lo grande.
Hemos visitado también el
Monte de las Bienaventuranzas. ¿Es éste el lugar donde Jesús las dijo? Eso es
lo de menos. Lo importante es recordar este mensaje fundamental de Jesús.
la Iglesia , con sus cosas
buenas y sus cosas malas, pero es Jesús quien le da esa tarea, esa
responsabilidad, no la elige Pedro. En este día visitamos también las ruinas que se han
descubierto de la ciudad de Magdala, ciudad de la Magdalena.
Tras cruzar el Lago de Genesaret en barco, hemos comido
en el kibbutz de Ein Gev.
Visitamos por la tarde Cesarea de Filipo, la iglesia y el
sitio que nos recuerda la proclamación por parte de Pedro de que Jesús es el
Mesías y la proclamación de Pedro como piedra de la iglesia de Jesús.
Es interesante recordar como Jesús no elige a los
mejores, pero por ser elegidos por Él se sentirán enviados, con todos sus
fallos y defectos, a una gran misión. Pedro pasará de pescador a jefe de
Las excavaciones las están llevando a cabo los
Legionarios de Cristo.
Magdala era un puerto importante de la zona. Se supone
que Jesús estaría allí casi con toda seguridad, porque era donde acudían los
pescadores cuando tenían alguna dificultad.
Nos trasladamos ya a Jerusalén. Subimos hacia la ciudad
de Dios. Una ciudad que hoy nos habla de separación, con su muro, de
imposiciones violentas por parte de los fuertes, de tensión entre invasores e
invadidos.
Se puede sentir la alegría de Jesús y los suyos cuando
peregrinaban al templo y a celebrar cualquier acto religioso importante.
También se siente vergüenza cuando se ve el muro de separación que ha
construido Israel para aislar a los palestinos.
En fin, todos tienen sus razones, sin embargo, cuando se
quiere la paz y uno la ve tan fácil de conseguir, sufre por las tonterías que
nos hacen romper esa paz.
Tras la cena hemos aprovechado para ir al Muro de las
Lamentaciones. Hemos accedido por la puerta de Damasco, cuya plaza estaba a
tope de musulmanes, lo mismo que la calle que conducía desde dicha puerta al
muro.
Se tiene que pasar un control para acceder al muro, nos
hemos adentrado en él, por supuesto hay que cubrirse la cabeza con la kipá
judía.
Había judíos de todas las clases. Todos rezando o
comentando o estudiando la
Palabra de Dios. Los hombres y las mujeres están separados.
Se pueden ver los papeles con las oraciones y deseos que las diferentes
personas que lo visitan. El deseo de que todos lleguemos a ser hermanos y reine
la paz en el mundo es lo que le surgía a uno, después de ver tanta separación,
división, imposición…
Al salir del muro, para deshacer el camino hacia el
hotel, una masa de musulmanes venían en sentido contrario. Hemos deducido, no
sé si con razón, que se dirigían a la mezquita –la gran mezquita de Jerusalén-
a rezar en este tiempo del Ramadán.
23 de
julio: Banias Monte Hermón – Jericó
Este día lo hemos empezado
en el Monte Hermón, en el nacimiento del Jordán, en Banias.
Por unos momentos nos hemos olvidado del calor que
estamos pasando estos días, porque es una zona alta y se nota el fresco de la
altura y del agua que hay en el paraje.
Además de recordar el bautismo de Jesús y de que algunos
se “bautizasen” con el agua del Jordán, hemos visitado el templo que los
romanos dedicaron al dios Pan.
De allí nos hemos trasladado a las ruinas de la ciudad de
Dan, ciudad de la tribu israelita de este nombre.
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