martes, 21 de diciembre de 2010

Camino de Santiago

Estas fotos son gentileza del amigo Juan Blas, de los AA.AA. de Cabezo de Torres

Discurso de un presidente rebelde


Hoy, hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas.

De esos que el pensamiento único es el del que lo sabe todo y que condena la política mientras la práctica.

Desde hoy no permitiremos mercantilizar un mundo en el que no quede lugar para la cultura: Desde 1968 no se podía hablar de moral. Nos impusieron el relativismo.

La idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes. Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente.

Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían terminado, que no había nada sagrado, nada admirable. El slogan era VIVIR SIN OBLIGACIONES Y GOZAR SIN TRABAS.

Quisieron terminar con la escuela de la excelencia y del civismo.
Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor.

Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía.
Le ha tomado el gusto al poder. La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Hay que rehabilitar la cultura del trabajo.

Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: Se ha abierto una fosa entre la policía y la juventud: Los vándalos son buenos y la policía es mala. Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente inocente. Defienden los servicios públicos pero jamás usan transporte colectivo.

Aman mucho a la escuela pública pero mandan a sus hijos a colegios privados.

Adoran la periferia pero jamás viven en ella.
Firman peticiones cuando se expulsa a algún ocupa, pero no aceptan que se instalen en su casa.

Son esos que han renunciado al mérito y al esfuerzo y que atizan el odio a la familia, a la sociedad y a la república.

Hoy debemos volver a los antiguos valores del respeto, de la educación, de la cultura y de las obligaciones antes que los derechos.

Estos se ganan haciendo valer y respetar los anteriores.
Nicolás Sarkozy 

Estas palabras son de un discurso de Sarkozy, según un correo que me ha llegado.
Estoy de acuerdo con ellas, sean de él o no.
En lo único en lo que estoy en desacuerdo es en que eche las culpas a la izquierda. Es verdad que hace todo eso, pero ¿qué está haciendo la derecha?
Creo que todos los políticos y todos los ciudadanos nos debemos aplicar el cuento de la coherencia, del esfuerzo, del trabajo bien hecho, de la autoridad...
Esto es cosa de todos.