sábado, 13 de febrero de 2016

Larga vida a la radio



Hoy es el Día Mundial de la Radio.
No quiero dejar pasar esta oportunidad, una vez más, sin felicitar a este medio de comunicación, que tanto bien ha hecho a la humanidad y que tanto bien me ha hecho a mí.
A pesar de que tengo poco tiempo para escuchar la radio, es una de mis aficiones preferidas, que comparto con otras, es decir, que mientras leo prensa, practico ciclismo, ando… escucho la radio.
Es mi principal medio de información.
Ya tengo unos años para poder citar ciertos programas históricos, no porque los escuchase yo, sino porque cuando llegaba a casa del colegio, mi madre los estaba escuchando y, en verano, en las tardes de siesta en las que los niños no queremos dormir, nos tocaba aguantar a mi y a mis hermanos. Eran aquellas radionovelas de Lucecita, Esmeralda y demás, que estaban tan bien programadas en todas las emisoras, que mi madre se pasaba gran parte de la tarde escuchando novelas, cuando acaba una en la SER, empezaba otra en Radio Juventud y en Radio Juventud –creo- seguía el famoso programa de El consultorio de Elena Francis.
Más tarde, por temas de la edad y gustos, nos engancharon programas como La Canción del Verano y el Carrusel Deportivo, porque me preguntaba cómo conseguían que se escuchase desde cualquier lugar de España –que ahora tanto me disgusta porque todos los días, o casi, tenemos carrusel, o tablero o tiempo de juego o como se denomine en cada emisora.
También, por cuestiones de amistad, me enganchó La saga de los Porretas.
Cuando ya empecé a tener que despertarme solo, me interesé por los programas matutinos y he vivido todas sus transformaciones y cambios de formatos, directores y presentadores.
En esos momentos fue cuando pasaron a formar parte de mi vida las noticias nocturnas, que entonces empezaban a las 23 horas, hasta el final del día, y luego, muchas emisoras continuaban con algo de deporte, aunque lo que más me gustaba, a pesar de no entender mucho, era el Loco de la colina.
En fin agradecer a todos los que han estado ahí en estos años y a los que continúan satisfaciendo mi hambre de información, formación y diversión.
Larga vida a la radio.