viernes, 19 de noviembre de 2010

Jesucristo Rey del Universo


Hay un concurso para todos los alumnos de España en los que se le pide, a quien quiera participar, que exponga en una narración qué es para él un rey. Un jurado elige a los mejores de cada edad. Y los mejores son quienes hayan expuesto con palabras más bonitas lo que ellos entienden que es un rey.
            No me imagino a ninguno de esos participantes describiendo a un rey que muere en la cruz, coronado de espinas, abandonado de casi todos y burlado por casi todos.
            No me imagino a ninguno de los participantes en ese concurso describiendo a un rey diciendo que el rey sale de su palacio a socorrer a los pobres, a visitar a los enfermos y a los pobres, a dar de comer a los hambrientos y a dar ropa a quien no la tiene.
            No me imagino a ninguno de los participantes en el concurso Qué es para ti un rey, describiendo a un rey que va por los caminos curando a los enfermos, denunciando las injusticias, juntándose con mala gente, anunciando el perdón, la solidaridad, la generosidad, la coherencia, y, sobre todo, anunciando a un Dios que es Padre y que nos ama a todos y cada uno por encima de todas las cosas.

            Supongo que nadie se imagina a un rey tal y como yo lo he descrito. Sin embargo, todos los cristianos llamamos Rey a Jesús y Jesús vivió todo lo que he expuesto antes. Y este domingo celebramos la fiesta de Cristo Rey. Una fiesta que nos recuerda que Jesús es Rey del Universo, un rey que muere en la cruz por salvarnos a todos; un rey que la única corona que llevó fue de espinas; un rey que se preocupó de quienes peor lo pasan y estuvo y está a su servicio. Un rey que supo tener los ojos abiertos para dar protagonismo a quienes la mayoría marginan.
            La fiesta de Jesucristo Rey del Universo la celebramos este domingo y sí cerramos el año litúrgico: con esta fiesta que nos resume todo lo que durante el año se nos ha mostrado en el evangelio: la vida y el mensaje de Jesús.
            Este domingo es el último del Tiempo Ordinario y el próximo domingo iniciamos el Tiempo de Adviento.   

            Os invito a todos a participar el domingo de la eucaristía para homenajear de este modo a ese rey que entrega su vida por salvarnos y que nos enseña el camino de la felicidad. Os invito a imitar a este Rey, abriendo los ojos para ser protagonistas con la generosidad, el perdón, la solidaridad… viviendo el evangelio.

Oración
         Señor, cuesta imaginarte como Rey
y mucho más viendo la burla
de la que fuiste objeto.
Los humanos podemos ser muy crueles
cuando creemos tener un poco poder.
No olvides, Señor, a los que se sienten
maltratados o humillados.
Señor, la fiesta de Jesucristo Rey del Universo nos recuerda
que Tú eres la máxima autoridad
para los cristianos.
Tú eres nuestro nuestro guía y nuestra fuerza.
Tu reino, Señor, se parece a un grano de mostaza,
a la levadura en la masa…
tu reinado empieza en el corazón de cada uno de nosotros.
Nuestras obras y nuestro buen hacer
harán que sea reconocido amado.
Señor, ya se acaba el año Litúrgico.
Tu Palabra ha ido iluminando nuestro caminar.
Que el tiempo de Adviento
nos sirva de puesta a punto
para recibir tu nacimiento con gozo.