Cine, literatura y medios de comunicación



Una puerta al disfrute: El Club Dumas
Quien se acerca al mal y entra en su círculo  hace el mal y acaba mal. 
El mal no nos lleva a un mayor conocimiento, ni a más libertad. El mal 
nos aniquila.

Esta es la conclusión que saco de esta larga novela –El club Dumas
que se me ha hecho corta.

Nos presenta dos caminos de amor a los libros, encarnados en los 
personajes Boris Balkan y Varo Borja.

A uno el amor verdadero le conduce a crear un club, el Club Dumas, 
una asociación de disfrute, alegría, convivencia y fiesta en torno a los 
libros.

Otro de egoísmo y egocentrismo, de búsqueda de una sabiduría y 
libertad mayor, cueste lo que cueste, Una búsqueda individualista 
que conduce a la muerte.

El libro describe muy bien las situaciones, ambienta fenomenalmente, 
cosa que no percibo en las descripciones de los personajes, que me 
dan la sensación de una menor calidad, de que podrían mejorarse, 
pero aquella cualidad complementa este defecto.

La historia narra las aventuras de Lucas Corso, buscador –cazador- 
de libros antiguos, para encontrar los dos de los tres libros de Las 9 
puertas que todavía no están en posesión del rico que le encarga la 
tarea. Éste ya posee uno de los ejemplares y le interesa apoderarse 
de los otros dos para completar la supuesta fórmula para que el diablo 
le conceda toda la sabiduría que piensa que Dios nos niega y que sólo 
y exclusivamente puede otorgar el enemigo de Dios, el diablo.

Conforme va encontrando los volúmenes, va viendo las diferencias entre 
ellos, la posible forma de adquirir la vida y la sabiduría que su autor 
proponía en este tratado de hace cinco siglos y que fue muy perseguido 
y su autor quemado. Al mismo tiempo que los encuentra, sus dueños 
mueren en extrañas circunstancias y los libros desaparecen. ¿Tiene 
todo esto alguna relación con el libro que busca? Pues es algo que se 
descubre leyendo.

Una chica se le une al buscador de libros. Sospecha que sea el mismo 
diablo, pero, a pesar de las muchas sospechas, sólo hay unas frases 
ambiguas en las que apoyarse para afirmar que es el diablo. Yo no 
considero que lo sea: no le empuja al mal, no le introduce en ningún 
círculo negativo, sino todo lo contrario: le ayuda y lo salva en varias 
ocasiones de peligros: ¿haría esto el diablo? No, sin esperar algo a 
cambio, y esto no se produce. Sin embargo, cada cual puede tener su 
opinión, para ello hay que leer este libro.

En un primer momento las sospechas sobre la desaparición de los dos 
tomos y de la muerte de sus propietarios, conducen  Lucas Corso hacia 
el fundador del Club Dumas, porque algunas situaciones que viven 
parecen tener su reflejo y su solución en el libro de Los 3 mosqueteros.

Descubre la realidad del Club Dumas y descubre el motivo por el que 
mueren los dueños de las copias de Las 9 puertas.

Es una aventura que a mi me ha hecho disfrutar mucho. Además de 
estar bien escrita en general, la historia es buena, está bien trabada 
y la lectura de un capítulo te va abriendo el interés para el otro. Pérez 
Reverte nos ofrece una maravillosa novela de aventuras en torno al 
mundo de los libros, por lo que si unimos la buena literatura y el amor 
a los libros, podemos disfrutar doblemente.




Otra serie de calidad en TVE: Estoy vivo
            Muchos sabrán que este es el título de una serie poli-
ciaca de la noche de los jueves.
            El planteamiento parte de una idea original que pinta 
toda la serie de ese color y que abandone los senderos habi-
tuales de las series policiacas.
            La originalidad parte de situar al policía protagonista en la 
circunstancia de morir “por error”, 
tratando de cazar al Carnicero
un asesino de mujeres en serie.
            La muerte por error 
es como la califica el 
“consejo” del “más allá” o 
pasarela, si lo he entendido 
bien, que es como 
presentan la otra vida, 
el cielo o como cada 
cual lo entienda. Por 
supuesto es cielo ateo: 
no hay ningún dios. Está 
gobernado por un trío, que se supone que es quien decide si una persona 
muere en su momento o muere por error y si se puede solucionar ese error.
            El error de nuestro protagonista 
puede ser solucionado introduciéndose 
en el cuerpo de otro policía. De este 
modo vuelve a nuestro mundo cinco 
años después, por lo que todo lo 
que conocía ha cambiado bastante 
y las personas que lo conocían 
no lo conocer por tener otra 
identidad y otro cuerpo, pero 
él sí las conoce.
            En esta nueva vida le 
toca trabajar con su hija mayor de compañera.
            La pequeña sigue estudiando y le ha 
dado por comunicarse con el más allá porque 
cree que puede conseguir comunicarse con 
su padre.
            En su nueva vidaha adquirido una 
serie de poderes que va 
descubriendo poco a poco y 
que le ayudarán a sobrevivir en 
situaciones difíciles, como a un 
disparo, a una caída de un edificio…
            Desde el más allá le 
ponen un enlace que le ayudará 
y, sobre todo, le aconsejará 
cosas que no tiene que hacer, 
aunque luego habrá que ver si le hace caso 
o no, porque entre ellos se establece una 
relación tensa.
Pero también ha regresado 
desde el más allá, “el Carnicero”, 
aquel asesino en serie al que 
perseguía. Ha vuelto desde otra dimensión que no controlan los que han devuelto a Andrés Vargas, porque se ve que estos son los “malos” y, parece ser que a veces ser rebelan. 
Y esta vez es una de esas en las que se han rebelado o
éste se ha escapado, se ha saltado las normas, o 
algo así. El caso es que está otra vez aquí y vuelve a 
las mismas: a asesinar mujeres.
La serie quiere ganarse a un público amplio. Por 
eso aparecen protagonistas de diferentes 
edades, desde la hija adolescente-joven, a la hija 
mayor, joven-adulta, junto con el enlace, y los adultos 
que aparecen, principalmente el protagonista, su 
amigo el piloto de helicópteros retirado en un bar, 
la mujer y también aparece el padre del protagonista, 
el jubilado. Todos ellos se nos muestran con sus 
avatares vitales y uno de ellos es como han 
asimilado la “muerte” de su padre, marido, hijo o 
la nueva situación que tiene que asumir el inspector 
Vargas al entrar en el cuerpo de Manuel Márquez.
            Los dos actores que interpretan al inspector 
Vargas, al principio Roberto Álamo y luego Javier Gutiérrez, 
me parece que son los que mejor actúan. El resto caen en 
el defecto de la sobreactuación, que yo noto en muchos 
actores y actrices españoles. Una sobreactuación en 
cuanto que solamente expresan una faceta del personaje. 
Tal y como decía el salesiano Víctor Cortés, da la sensación 
de que se les dice que el personaje es de una manera 
determinada, se centran en esa forma y no expresan 
otras. Es decir, a uno se le dice que su personaje es 
serio y es que no se ríe aunque toque reírse.
            El guión es bueno, aunque creo se puede 
mejorar bastante en elementos más específicos 
policiales o cuando aparece y se habla del tema 
de la pasarela y de lo que la rodea.
            Pienso que va a ser otra de las series que se va 
a unir a la lista de las buenas que se vienen haciendo 
desde hace unos años en España, sobre todo en TVE 
y es lo que necesitamos los telespectadores calidad que 
nos haga sentir vivos y no basura que nos adormezca y pudra.





Radio y televisión: programación religiosa
Programación socio-religiosa en la Cadena Cope, en 13 TV y en La 2 de TVE  y en RNE (espacios emitidos en la corporación pública RTVE en colaboración con la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social).

Con información de la web conferenciaepiscopal.es











Programas semanales

Viernes

10’30 – 23’30H: La linterna de la Iglesia

Domingos

> 8.30 a 09.00 h.: Iglesia Noticia, informativo de actualidad 
religiosa con un resumen semanal de lo más destacado, con 
especial atención al Vaticano y a la Iglesia en España.

> 09.00 h.: Santa Misa desde el Monasterio de la Inmaculada 
Concepción de Toledo.

> 09.45 a 10.00 h.: Informativo diocesano, la actualidad 
de la vida de cada diócesis. En las diócesis en las que no hay 
informativo diocesano, a esta hora se emite el programa  


Programas diarios

> 02.55 h.: excepto los lunes, Testigos de la Fe.

12.00 h.: Ángelus.

> 13.35-13.55 h.: El Espejo

Los viernes este programa es diocesano. En las diócesis 
en las que no se hace, se emite el nacional.

Los sábados y domingos se emite El Espejo a las 14’05, 
si no hay una retransmisión deportiva más importante.

05.58, 14.58, 18.58 y a las 23.55 h.: Línea editorial 
(Se emiten tres textos distintos -el de la tarde y la noche 
es el mismo- de dos minutos de duración).











Sábados

> 05.00 a 06.00 h.: Frontera

 > 23.30 h. UTC: Horizonte

Domingos

05.57 a 06.00 h.: Alborada, lunes a domingo en RNE.














Domingos
> 08.10 h.: Buena nueva 
> 08.15 a 09.00 h.: Misa en España











Programas diarios 

> 10.00 h.: Audiencia General (los miércoles) desde la 
Ciudad del Vaticano, para acercar a los espectadores la 
catequesis semanal del Santo Padre.

> 10.55 h.: Palabra de Vida, el sacerdote Jesús Higueras 
ofrece breves reflexiones al Evangelio del día.

> 11.00 h.: Santa Misa desde la Parroquia de la Concepción, en 
Madrid. Dentro de nuestro compromiso para hacer una televisión 
más accesible a personas con discapacidad, los Lunes, Martes, 
Jueves y Viernes la Santa Misa cuenta con un intérprete en lengua 
de signos.



Programas semanales

Sábados 9

> 10.15 h.: Periferias,  Ana Medina analiza cada semana la 
actualidad de la Iglesia junto a un grupo de expertos colaboradores.

Domingo 10 de septiembre

> 12.00 h.: Santa Misa.


Misioneros por el Mundo Nuestros periodistas se adentran 
en el día a día de misioneros españoles en distintas partes 
del mundo. De la mano de Obras Misionales Pontificias, 
“Misioneros por el Mundo” descubre su labor evangelizadora 
y su misión más social. Proyectos educativos, sanitarios, a favor 
de la inclusión y centrados en la prevención de la violencia y la 
atención a las víctimas de la trata, la discriminación y la pobreza.

El programa funciona por temporadas. Si se ha acabado la 
temporada, se pueden disfrutar de los programas en la 













Domingos

> 10.00 h.: Últimas preguntas:  

 > 10.25 h.: Testimonio.

>  10.30 h.: El día del Señor.

>  11.30 h.  Pueblo de Dios: (reposición, jueves 9:00) 




La gran novela desconocida del siglo XX
 
Leí en 
algún sitio, 
con mucha 
probabilidad 
en alguna 
red social, 
que la función 
de la literatura 
es levantar vidas 
y que lo que 
produce la 
buena literatura 
son los problemas 
del alma humana 
en conflicto 
consigo misma.



Esto es lo que consigue Gonzalo Torrente Ballester en Los gozos y las 
sombras: una novela en la que crea vidas, vidas de personas de las que 
nos muestra su alma humana en conflicto.



Nada tiene que ver esta novela con las series, películas y muchas novelas 
que se escriben ahora llenas de acción porque tal vez no sean capaces de 
transmitir vida; llenas de conflictos externos porque tal vez no sean capaces 
de transmitir los conflictos personales, internos, de los personajes.



En Los gozos y las sombras no hay demasiada acción. Tal vez el momento 
más movido es cuando Cayetano, engañado, trepa las tapias de las casas, 
recorre los muros y entra en la casa de Clara Aldán para violentarla y 
vengarse de los Churruchaos. Como todas las descripciones que hace el 
autor, este momento es magnífico, no sólo por el relato minucioso y vívido 
del trayecto y de como lo vive Cayetano, también por la intensidad con la 
que consigue transmitir los sentimientos de este personaje.



Pero antes de entrar en detalles, resumo, la historia.



Pocos años antes de la Guerra Civil española llega a Pueblanueva del 
Conde, un pueblo costero de Galicia, Carlos Deza, con fama de científico. 
Es esperado en el pueblo y recibido con alegría. Mucha gente ha puesto muchas esperanzas en él, tal vez porque esperan alguien que los salve de la tiranía 
que impone Cayetano Salgado y a la que ellos no se atreven a enfrentarse.



La llegada de Carlos Deza se hace coincidir con el tiempo litúrgico de Adviento, 
momento de preparación de la venida de Jesús, el Salvador de la humanidad, 
a este mundo, con lo que se le añade un punto más de esperanza.



Carlos se instala en su antigua casa, bastante destartalada. Lo primero que 
hace es aquello que le ha traído a Pueblanueva: entrar en la torre donde su 
madre no le dejaba entrar para descubrir el secreto que ocultaba esa torre. 
Esa es la razón por la que ha venido al pueblo y él es claro cuando afirma 
que no ha venido a nada más.



Carlos se relaciona con todos y no tiene prejuicios sobre nadie. Con quien 
más confianza toma es con doña Mariana, de los Churruchaos, a los que él 
pertenece, que son una especie de grupo con ciertos vínculos familiares y 
con algunas características físicas comunes, enemigos de Cayetano, por 
razones que se explican en la novela.



Carlos se enzarza en una relación sexual con la última mujer con la que se 
está acostando Cayetano, que le lleva a una ruptura violenta con  ella, y a 
que en el pueblo domine el rumor de que Carlos es mejor que Cayetano.



Con Carlos se va descubriendo el pueblo física y humanamente. Se nos 
describen los rincones del lugar y de las personas: Juan Aldán, Clara Aldán, 
Rosario, doña Mariana, Cayetano, la madre y el padre de Cayetano, el 
cubano y su taberna, los pescadores y sus problemas de manutención de 
los barcos y de ellos mismos, por lo tanto, el relojero, los personajes 
alrededor del Casino: el maestro, el juez, el boticario y sus mujeres y familia, 
los monjes…



Estos forman el núcleo central alrededor del cual se mueven otros como la 
sobrina de doña Mariana que acude con su padre al olor de la riqueza de una 
posible herencia, el amigo de Juan Aldán en Madrid que se casará con su 
hermana….



La historia transcurre como la vida misma: sin grandes sobresaltos y sin 
episodios espectaculares. Lo más espectacular de la vida es la ella misma 
en su rutina y así sabe escribirlo el autor en esta novela.



La rutina de querer prosperar, del odio, de la venganza, del amor, de las 
ilusiones, de la ambición, de la avaricia, de la amistad…



La rutina del choque de las diferentes mentalidades de la sociedad.



La rutina que nos hace ver que los malos no pierden, sobre todo cuando 
lo que tienen delante es cobardía e hipocresía. Aunque el autor nos enseña 
que esa victoria aparente puede que no sea tan victoriosa.



Y la historia finaliza de la manera que acaba cualquier historia humana en 
la que no hay exageraciones, ni se salpica con demasiada imaginación, 
ni se edulcora de buenismo.



La rutina de la vida, sus gozos y sus sombras, está escrita con un 
lenguaje extraordinario, bello, que no se hace barroco y difícil, sino que 
empuja a leer, que hace disfrutar.



Destaco el conocimiento de la liturgia que muestra el autor, desde la 
unión de los tres episodios con tiempos litúrgicos, hasta la descripción 
de alguna misa y de otras celebraciones cristianas. No creo que sea 
porque el autor sea especialmente religioso, sino por el vasto cono-
cimiento, no sólo religioso, que poseía y que queda manifestado en 
las descripciones tan psicológicas, en el tratamiento del problema de 
los pescadores, en la forma de presentar a los religiosos y su monasterio, 
en los libros que hace comprar a Carlos Deza…



Una novela que se encuadra dentro del Realismo Crítico o Realismo 
Social de la Generación del Cincuenta, que unida a la Generación 
del 98 y a la del 27, a la que siguen cronológicamente, han dado 
como resultado lo que para algunos es otro Siglo de Oro de la 
Literatura Española.



Con esta novela la televisión ha jugado un papel importante, porque, 
a pesar de su calidad, no había tenido el éxito que se merecía, y el 
que RTVE produjese una serie, la dio a conocer y la llevó al éxito 
que se merece.



Se puede ver en la página web de televisión, es una buena decisión, 
pero sería mejor, que además –o mejor antes- se leyese.





El jugador de ajedrez.

El amor en el juego de la vida




Aprovechando la fiesta del cine, fui a ver esta película, española.

Escuché a un oyente de Esto me suena hablar con tanta ilusión y énfasis, que me atrajo, a pesar de los prejuicios que sigo teniendo contra el cine español, sumado a muy buenas películas españolas que se han hecho últimamente, me decidió a elegirla. Y no me defraudó.

Es la historia de un jugador de ajedrez, un buen jugador, campeón de España en unos años antes de la Guerra Civil Española. Se enamora de una periodista francesa y se casa con ella. Tienen una hija. Y tras la guerra tiene que ir sobreviviendo como maestro de ajedrez en un local de la Falange, no podía ser de otra manera en esos momentos.

Su mujer le pide trasladarse a Francia. Él se decide tras unos duros acontecimientos. En Francia no van a encontrar lo que deseaban. Se encuentran con la Segunda Guerra Mundial y los nazis invasores en Francia, que van a golpear sus vidas.

Lo importante de la historia no son las guerras, que en pocos trazos muestra lo malas que son, sino la vida de las personas que viven esas guerras, ver como algunas aprovechan la convulsión que producen los conflictos bélicos para envilecerse y, apoderadas por el egoísmo, conseguir lo que quieren, sacando lo peor de ellas, y otras, en medio del estercolero bélico, consiguen hacer crecer las flores de la bondad, tratando de hacer brillar alguna luz en medio de tanta oscuridad, ofreciendo la mejor versión de sí.

El ajedrez, el amor, se presentan en estos momentos como armas para luchar con las situaciones complicadas que el tablero de la vida nos propone.

Por supuesto que se presentan otros valores importantes como la familia y la amistad y, no lo olvidemos, la constancia y la no violencia.

Está basada en una novela, que, si la valoro en relación a la adaptación que han hecho, debe ser buenísima, porque la película es muy buena: la historia, la forma de contarla, decorados, vestuarios, caracterización… todo el conjunto ofrece una impresión genial.

Una gran película que sumar a las muchas buenas que se están haciendo en España.

 


La terrible historia de los cristianos japoneses
Silencio



La película Silencio del director Martin Scorsese lleva tres semanas en las carteleras de los mejores cines españoles –como se suele decir-, lo cual es una prueba de su éxito.

Scorsese nos narra, basándose en la novela homónima de Süshako Endo, la llegada de dos jesuitas portugueses jóvenes, el padre Rodrigues y el padre Francisco Garpe, al Japón del siglo XVII, tratando de confirmar, más bien desmentir, la noticia de la apostasía un jesuita, que había sido su formador en el noviciado.

Ambos jesuitas llegan al archipiélago y se encuentran con comunidades cristianas que viven su fe escondidos, en silencio y sin presbíteros desde hacía muchos años. Comprueban la firmeza de la fe de estas personas, que no se exhiben para ser martirizados, pero que si se les encuentra, no reniegan de su fe, siendo sometidos a duros castigos: crucifixiones, asperje de agua caliente, mantenerlos crucificados varios días en el mar hasta que morían ahogados, enterrarles la cabeza en un hueco con un corte pequeño de donde gotea la sangre a un recipiente que conforme se va llenando de sangre se va perdiendo la vida y que evita una muerte más rápida al subirse la sangre a la cabeza, con lo que el sufrimiento se alarga.

Esta inquina contra lo cristiano venía provocada por un nacionalismo a ultranza que rechazaba todo lo extranjero y, por lo tanto, la fe cristiana, y que se prolongó hasta el siglo XIX: tres siglos.

Como en todas estas persecuciones el número de martirizados no se conoce exactamente, de lo que no hay duda es de que fueron muchos. Creo que nunca son pocos los que mueren perseguidos por su fe, lo mismo que por sus ideas o por cualquier motivo, siempre que no se atente contra los derechos de los demás. Con una persona que caiga por estos motivos ya es mucho.

La película presenta el martirio de muchos cristianos, lo cual, además de todo el dolor provocado por ese sufrimiento, produce la sana envidia y el orgullo, como cristiano, por el testimonio que ofrecieron aquellas personas que se mantuvieron firmes en su fe. También queda un sabor amargo por la apostasía de algunos de los personajes que aparecen.

No crítico ni juzgo, Dios me libre, a quienes apostataron, porque yo no me quisiera ver en aquella situación pues Dios sabe qué haría, pero no me agrada que presenten como bueno algo que no lo es. La fe es un valor en sí y el apostatar va contra ese valor y contra otros como la coherencia, la fidelidad, el valor, la ejemplaridad, el testimonio, el amor…  Esto parece que se está convirtiendo en algo más habitual de lo que debería ser en el cine, ya que cada vez aparecen más títulos que ensalzan a los que toda la vida han sido malos, sobre todo en los cuentos tradicionales, o que ensalzan personajes que deberían ser rechazados: ladrones, asesinos, timadores, gánsteres… No solamente esto, sino que además, quienes apostatan se convierten en colaboradores de dicha persecución.

En relación a la apostasía de algunos personajes, como la del jesuita que buscan los otros dos, hay que tener en cuenta que es una película, basada en una novela, y, por lo tanto, no es histórica, aunque tenga mucho de historia. Es muy conveniente conocer la historia real. Para ello los jesuitas han publicado un folleto muy interesante y otros documentos sobre el tema. Aquí dejo este enlace donde se pueden encontrar: http://www.unijes.net/se-estrena-silencio-pelicula-jesuita-de-martin-scorsese/

Aparece otro personaje que no entiendo mucho qué representa. Es Chiiro (no sé si se escribe así). Es el que conduce a los dos jesuitas a Japón y el que una y otra vez apostata de su fe. Va persiguiendo al padre Rodrigues, creo, como si fuese un aviso de lo que puede pasar. En este sentido es interesante la comprensión que muestra el jesuita al no negarle el sacramento del perdón, que, por una parte, no sería lógico si creemos que es un don de Dios y el sacerdote es un intermediario, pero, por otra, al no ver propósito de enmienda, se puede plantear el dárselo por no cumplir lo que se pide. De todos modos se muestra la gran misericordia de Dios a través del padre que le otorga siempre el perdón, casi seguro de que volverá a renegar a ese Dios que lo perdona. A mi me dio la impresión de que jugaba con la fe cristiana: ¿por qué no apostatar (pecar) si Dios perdona siempre? Lo cierto es que no se le ve muy feliz con su forma de actuar. Es un personaje extraño.

El título de la película ¿a qué hace referencia? ¿Tal vez al silencio que hubo respecto a esa persecución en todo el mundo, fuera de la Iglesia?, que, hilando un poco, parece ser una constante en todas las persecuciones, sino que me digan a mí quien está defendiendo o diciendo algo –fuera de la Iglesia- en contra de las persecuciones que están sufriendo muchísimos cristianos en muchos países, la mayoría de ellos musulmanes. O tal vez se refiere al silencio con el que se les obligó a vivir a los cristianos japoneses en esos tiempos amenazantes para los seguidores de Jesús. O puede ser que describa el silencio con el que viven su fe cristiana quienes apostatan de ella en público por diferentes razones.

Con todo esto es interesante que se hagan películas con estos temas explícitamente cristianos, religiosos, pues da la sensación de que estos temas no se pueden tratar, especialmente en la sociedad y cultura española. Creo que deben estar en el cine, en el teatro, en las series, en los tebeos, en definitiva, en todas las artes, al ser algo que, se quiera o no, aunque se trate de esconder y acallar, es algo fundamental para el ser humano y debería ser algo normal.


XXV edición del Premio EDEBÉ de Literatura Infantil y Juvenil
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- Por: edebé
Tomado de www.salesianos.edu 


Ricard Ruiz Garzón con "La Inmortal" y Francisco Díaz Valladares, con "Tras la sombra del brujo" han sido los ganadores en estas bodas de plata del Premio.



Ricard Ruiz Garzón con la novela La Inmortal, y Francisco Díaz Valladares, (Villamanrique de la Condesa – Sevilla, 1950), con la novela Tras la sombra del brujo, son los ganadores de la XXV edición del Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil.
Dos historias muy dispares que enlazan con el mundo de nuestros jóvenes. Un mundo donde, junto con la intolerancia, el miedo, la venganza y la violencia, conviven también la amistad, el esfuerzo, la convivencia pacífica y el triunfo. Con un dominio perfecto de la estructura narrativa, Ricard Ruiz Garzón, en La Inmortal, acerca al lector la historia conmovedora de una niña, Judit, de carácter tenaz y competitivo, que se convierte en toda una maestra de la estrategia del ajedrez y de la vida.
El respeto, la paciencia y el saber ganar y perder le darán a Judit la inspiración y las ganas para luchar contra el trato injusto que recibe su rival y amigo, un misterioso maestro iraní del ajedrez.
Francisco Díaz Valladares, en Tras la sombra del brujo, presenta una novela de aventuras ambientada en los exóticos paisajes de África, en pleno siglo XXI. Aunque su piel es blanca, Julen nació en el continente africano y nunca se ha sentido un extraño allí. En su viaje de regreso, descubre que no hay héroe más grande que su abuelo, un antropólogo intrépido, ni mayor belleza que la de una joven masai.
Pero las injerencias de un capitalismo sin escrúpulos cambiarán la convivencia de las tribus que habitan la zona.




Más de 6000 estrenos gratis para cada día
Movistar+, poerdón por empezar citando una compañía de televisión, ha lanzado una campaña en la que nos muestra la alegría que se encuentra al volver a casa tras una jornada de trabajo, si tienes movistar+, claro, ya que se puede disfrutar de más de mil estrenos de cine cada día.

Está bien que se disfrute con la tele, con el cine en televisión y más a los precios que está en las salas de cine. Pero yo soy de los que creo que se puede disfrutar de un libro, de una buena historia escrita. En cualquier biblioteca de colegio, pública de ayuntamiento, de la universidad, de un centro social o cultural... hay muchos más libros que películas nos propone esta compañía televisiva y, la mayoría, no voy a pasarme exagerando dejándome llevar por mi afición literaria y poner todos, mejores que las películas o iguales a la hora de ofrecernos un buen tiempo de disfrute.

Que nos animemos a leer, que lo agradeceremos. 
 
Un Dios diferente

La llamada





El jueves 29 de diciembre fuimos a ver el musical La llamada, dentro de las actividades del Curso de Acompañamiento de la Pastoral Juvenil Salesiana Nacional.



El musical lleva tres años, según me dijeron algunos madrileños, que ya lo habían visto. Es un musical sencillo. Yo lo definiría como teatro con canciones. No es un musical al uso. Tiene muchísimo más diálogo que canciones.



Se representa en el teatro  Lara, un teatro antiguo, sin pruebas de que se haya hecho mucho por actualizarlo – me recordó el antiguo Teatro Circo de Albacete, pero peor cuidado-, pequeño y algo incómodo. Tal vez por eso el precio era tan económico.



Iba con mucha ilusión, porque lo de ir al teatro no es algo que practique mucho y por lo bien que me habían hablado quienes la habían visto antes. También llevaba algo de miedo por lo que me comentó una chica de Valencia sobre que iba de una monja que hacía el amor con Dios.

Pude disfrutar mucho de una buena obra en la que no había nada desagradable, exceptuando algunos tacos de las chicas. No sé de dónde sacó la información esa chica, pero espero que para otras cosas tenga mejores fuentes.

La obra se desarrolla en un campamento de monjas, por lo que uno, que ha disfrutado de muchos campamentos, ya se siente identificado. En la noche del inicio de todo a María – tenía que llamarse María- se le aparece Dios, representado por un señor mayor vestido de smoking que le canta una canción de Whitnhey Houston. María queda atrapada por Dios. Esa noche se escapan del campamento las dos protagonistas para asistir a un concierto en una ciudad cercana. Por supuesto son descubiertas por las monjas, no por el jaleo que no arman, sino porque Susana, la amiga de María, se mete donde no debe por ir como iba. Quedan castigadas mientras el resto se van a un lago a realizar diferentes actividades acuáticas. Con ellas se quedan dos monjas: sor Milagros, joven, soñadora, insegura, tímida, todo corazón, y sor Bernarda autoritaria, enérgica, segura de sí misma y legalista.

La visita de Dios afecta tanto a María que se le nota en su estado anímico. Cambia al interés por Dios desde una situación de pasar de Dios. No le queda más remedio que contar lo que está viviendo. Se confía con sor Bernarda, pues quiere saber qué quiere Dios de ella, pues no lo entiende. Sor Bernarda, con toda su seguridad, le da unos consejos para cuando se le aparezca. Sin embargo esos consejos no sirven de nada y Dios deja de aparecérsele. Será su amiga quien le dé la idea para lograr que Dios vuelva: presentarle una actuación del grupo que forman ellas dos.

En medio de todo esto suceden otros cambios en cada uno de los personajes, que no nos dejan indiferentes por el humor con el que se presentan y porque, en un grado mayor o menor, nos afectan a todos.

Es una obra bien interpretada, bien trabajada, con un buen guion y con sólo cinco actores, cuatro músicos y, creo, dos técnicos de sonido e iluminación y efectos especiales.

Una de las cosas que llama la atención de entrada es que trate de algo tan religioso como es ese Dios que llama en un ambiente donde todo lo que tiene que ver con Dios trata de arrinconarse, esconderse, disimularse o eliminarse, y siendo así, ha conseguido un gran éxito, pienso que debido al boca a boca, debido a que a la gente que ha ido le ha gustado y ha animado a otros a que vayan.

Es interesante la imagen de Dios que nos presenta. En lo único que coincide con las imágenes tradicionales es que sea un señor mayor, por lo demás se aleja de la imaginería tradicional para acercarse más a la que se presenta en los evangelios: un Dios alegre, festivo, que sigue llamando, es más, llama cuando menos se espera, a quien menos nos imaginemos, un Dios que en la misma obra se presenta como el Pan vivo, el agua de la vida, el camino, la verdad y la vida, el amor… Un Dios que no busca de las personas respuestas prefabricadas, sino lo mejor de nosotros, un Dios que nos hace únicos. Un Dios al que no es fácil comprender y del que nos cuesta saber qué quiere de nosotros, un Dios que es Dios y que no coincide con nuestras prefiguraciones sobre Él, pero que cuando nos llama, nos enamoramos de Él, cambia nuestras vidas y las llena de la verdadera felicidad. Un Dios que tenemos que compartir con los que nos rodean.

Todos los personajes presentan una manera de comportarse ante ese Dios: la tradicional de responder tal y como se ha enseñado en catequesis, clases, grupos… con una oración muy teológica, pero poco personal, poco afectiva (en el sentido de que nos afecte); la de quien lo valora como raro, pero lo acepta, dejando claro que es algo de otros; la de quien piensa que eso son tonterías y hay que dejarlo pasar; y la de la afectada que no lo puede negar, que la sobrepasa y tiene que manifestarlo de alguna forma, sin saber muy bien cómo, que se siente rara porque no creía que eso fuese para gente como ella y que al final encuentra la respuesta que tiene que dar en darse ella, en dar lo mejor de sí.

Un punto que quería tocar es la presentación que se hace de las monjas. La imagen que presenta de las monjas puede ser muy tópica, sin embargo, dentro de todos los tópicos que presenta de la sargenta y la buena y simpática, de la joven que no ha vivido lo suyo y la seguridad de la mayor, de la exigencia y cumplimiento de una y la comprensión y perdón de la otra… presenta dos religiosas sinceras, que se aprecian, que quieren lo mejor para las chicas – aunque no siempre lo consigan-, que las quieren y trabajan por su bien, que buscan y que cada cual encuentra su camino y siguen siendo tan hermanas.

La monja “sargento” muestra su corazón acercándose a las dos chicas y, sobre todo, acompañando a María en ese encuentro con Dios con los medios que tiene a su alcance, no muy acertados por lo que se ve, pero derrochando mucho cariño y comprensión.

Pude disfrutar de una obra distinta y con un mensaje muy profundo y bonito. Me reí mucho y me ha dado pie a reflexionar mucho. Una oportunidad grande que tuve la suerte de aprovechar.

Quedan pocas representaciones...
 

Una historia normal extraordinariamente escrita

Madre naturaleza

Emilia Pardo Bazán



El viaje y la estancia de don Gabriel Pardo de la Lage a los Pazos de Ulloa, es el hilo conductor de esta novela naturalista (no podía ser de otra manera) de la gran escritora gallega Emilia Pardo Bazán.



Doña Emilia se sirve de esta circunstancia para ir describiendo Galicia, principalmente, sobre todo la rural, y también aprovecha para contar la situación española de esa segunda mitad del siglo XIX. Lo hace con una magnífica prosa y con maravillosas descripciones de los lugares, personas y cosas. No se limita a una descripción externa, sino que detalla lo interno y profundo, sobre todo de las personas, aunque también de las cosas.



Surgirá la pregunta de qué quiero decir con esto de la descripción profunda de las cosas. Pues, ni más ni menos, que no se contenta con pintarnos con palabras como es algo por fuera, sino que nos habla de su interior, de su significado en la zona, de lo que se mueve en esa cosa (por ejemplo la vida, actual y pasada, del Pazo de Ulloa o del molino, el significado y la historia del poblado ibérico de la cima de la montaña), y todo con una gran riqueza léxica, un buen arte literario y un gran conocimiento de todo lo que nos muestra, que logra – al menos en mí- que el lector tenga la sensación de estar dentro de aquel objeto que describe, o en el cuerpo de la persona de la que nos explica sus sentimientos.



Cualquiera de las descripciones que aparecen nos confirman esta afirmación, desde la de las nubes con las que se inicia la novela, las de Perucho y Manola y lo que sienten al recogerse en la gruta para defenderse de la lluvia, pasando por la de la diligencia que conducirá a don Gabriel a los Pazos de Ulloa, las vivencias y sentimientos de este en otras épocas que rememora, hasta el estado en el que se sienten los diferentes protagonistas cuando se descubre aquello que llevará al desenlace de la historia, revolucionándolo todo.



Si alguien quiere modelos descriptivos, en esta novela los encontrará de sobra. Lo único que se les puede decir en contra es el realismo, que llega a ser barroco por lo detallista.




Destaco de las descripciones la opinión que vierte sobre la iglesia. Considero que es negativa, leyendo como escribe sobre el arcipreste que sube en la diligencia, las opiniones del médico, don Máximo Juncal, e incluso del sacristán del cura de Cebre. Es cierto, por otra parte, que son muy respetuosas las opiniones y forma de actuar de don Gabriel respecto a los sacerdotes y a la iglesia y muy buena la presentación del cura de Cebre, sin embargo aparecen escasamente.

Don Gabriel, cuñado del conde de los Pazos de Ulloa, viaja a Galicia para encontrar a su sobrina, la hija de su hermana fallecida hace bastantes años, según se deduce de los datos que ofrece, aunque este es el único dato que no nos concreta. Pretende asentar la cabeza y para ello nada mejor que casarse con su sobrina.

Llega al pueblo sufriendo un accidente en la diligencia, que le deja un brazo dolorido y le permite conocer al médico del lugar y comenzar una amistad con él.

Tras un día de descanso en casa del médico, entrará en el pazo. Allí conoce a su dueño, a los criados, a los agricultores y trabajadores y a su sobrina y a Perucho. Conoce también cómo se desarrolla la vida en ese mes de julio en el pazo y la vida que lleva su sobrina. Descubrirá y sacará a la luz un dato que dará un giro de 180º a la tranquila vida del pazo.

La madre naturaleza viene a imponer sus leyes sin tener en cuenta lo que quieren y desean las personas. Nadie está por encima de esta madre, a veces cariñosa y a veces dura.

 

El Papa a los periodistas: ‘No soplen sobre el fuego de la destrucción, promuevan la cultura del encuentro’
Reflexiones del santo Padre al recibir a los responsables del periodismo en Italia: Amar la verdad, vivir con profesionalidad, y respetar la dignidad humana

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- “Hay pocas profesiones que tienen tanta influencia en la sociedad como la del periodismo” con un rol de gran importancia y responsabilidad porque “escriben el primer borrador de la historia”. Lo indicó este jueves el papa Francisco al recibir en el Vaticano a una delegación del Orden de los periodistas de Italia.
Deseó por ello que el periodismo “sea un instrumento de construcción, un factor de bien común, un acelerador de procesos de reconciliación”, y que “rechace la tentación de fomentar el choque con un lenguaje que sople sobre el fuego de las divisiones” y por el contrario “favorezca la cultura del encuentro”.
Y si bien reconoció que la critica es legítima, y añadió “también necesaria”, puntualizó que “el periodismo no puede volverse un arma de destrucción de personas o peor aún de los pueblos”. Añadió que tampoco “debe alimentar el miedo delante de los cambios o fenómenos como las migraciones forzadas por la guerra o por el hambre”.
El Santo Padre si bien señaló que la prensa escrita y televisiva pierden relevancia ante los nuevos medios digitales, especialmente entre los jóvenes, valorizó el trabajo de los periodistas, porque “cuando tienen profesionalidad permanecen una columna portante, un elemento fundamental para la vitalidad de una sociedad libre y pluralista”.
Un cambio el registrado en los medios digitales, explicó, que llevó también a la Santa Sede “a vivir un proceso de renovación del sistema comunicativo” y del cual “la Secretaría para la comunicación será el natural punto de referencia”.
El Santo Padre quiso compartir así una reflexión sobre el ‘qué y ‘cómo’ en la profesión de los periodistas puede mejorar la sociedad en al que vivimos.
Reflexiones que merecerían una jornada de retiro, lo que reconoció “no es fácil en el ámbito periodístico, una profesión que vive continuos ‘tiempos de entrega’ y ‘fecha de cierre de edición’”.
Y ayudando a hacer una reflexión el Papa se detuvo en tres elementos: Amar la verdad, una cosa fundamental para todos, especialmente para los periodistas; vivir con profesionalidad, algo que va más allá de las leyes y reglamentos; y respetar la dignidad humana, que es mucho más difícil de lo que se puede pensar a primera vista.
Amar la verdad, quiere decir no solamente afirmar, pero vivir la verdad, dar testimonio de ella con el propio trabajo, dijo, y precisó que “la cuestión no es ser creyentes o no creyentes. La cuestión es ser honesto con sí mismo y con los otros”. Puntualizó además que “no siempre es fácil llegar a la verdad, o por lo menos acercarse a esa”. Y que en la vida “no todo es blanco o negro” y también en el periodismo “es necesario saber discernir entre los matices de gris en los eventos que es necesario narrar”. Y pidió “nunca decir o escribir en conciencia, algo que no sea verdadero”.
El segundo punto que señaló el Pontífice es vivir con profesionalidad, “más allá de lo que está escrito en los códigos de deontología, sin someterse a los intereses de parte.  El Pontífice en sus palabras indicó que es necesario para ello una sociedad democrática y recordó como las dictaduras de cualquier ‘color’, intentaron siempre apoderarse de los medios de comunicación e imponer nuevas reglas a la profesión periodística.
Y sobre el respetar la dignidad humana, que es importante en todas las profesiones, subrayó que lo es “de manera particular en el periodismo”, porque detrás de una simple narración “hay sentimientos, emociones, en definitiva, la vida de las personas”.
Recordó también como él ha hablado muchas veces de los chismorreos como ‘terrorismo’, y que esto vale para las personas individuales, la familia o el trabajo, y “mucho más para los periodistas”. Además porque “un artículo se publica hoy y mañana es sustituido por otro, pero la vida de una persona injustamente difamada puede ser destruida para siempre”.



Tener ojos para ver lo extraordinario: Peter y el dragón


Decidí ir a ver esta película por el tráiler. Ahora tengo que decir que el tráiler da a entender más acción y aventura de la que se presenta en la película.

Pero antes de entrar a comentar Peter y el dragón, quiero hacer una crítica a los cines Yelmo de la Estación de Los Llanos de Vialia en Albacete.

En todos los lugares en los que he estado, y he pasado por muchos, e incluso en Albacete en otros cines, la venta de entradas y la de palomitas, refrescos y demás está separada. En estos cines Yelmo, no. Los mismos que venden la entrada, venden las palomitas y esas cosas que solemos tomar durante la proyección.

Cuando fuimos a ver Peter y el Dragón, llegamos un poco justos de tiempo –como se dice popularmente, al menos en Albacete, “con la hora pegada al culo”-. Había una cola grande e iba muy lenta. ¡Claro! ¿Cómo no va a ir lenta?

Si se vende la entrada: hay equis filas, ¿quiere al principio, en medio, al final?

Una vez que se han decidido donde situarse en la sala, ¿quiere palomitas?

¡Ah, palomitas! ¡Claro! Póngame un cubo mediano, una cocacola y dos fantas.

¿Y no le convendría un cubo grande, que sale casi por el mismo precio y lleva casi el doble?

Y así uno por uno.

Total, que cuando nos toca, empieza con la monserga de las filas, pero, obviamente sólo quedaba la fila 2 y la 6 y la 7.

-          En la 7.

-          Pero vale un euro más porque vibran.

-          ¿Qué?

-          Que vibran con la música y el sonido.

Las tienes que sacar en la 7, no vas a coger una torticolis en la fila 2.

Pues lo de la vibración molestaba más que ayudaba a disfrutar de la película.

Un sacacuartos más.


Las señoritas (todas eran  mujeres, no había ningún varó) que realizaban la tarea lo hacían muy bien. Es lo que le piden que hagan. La crítica no va dirigida a las trabajadoras. Quien lo está haciendo fatal es quien manda que se hagan así las cosas.

Y paso a hablar de la película, que ya está bien.

La historia es conocida, por el libro y porque creo que ha habido otra película anterior. Esta es una versión más actualizada, pero creo que el guión es el mismo.
En medio del bosque se encuentra a un niño de unos diez años que dice llamarse Peter. La cuestión es cómo ha podido sobrevivir este niño en el bosque.
Él habla de que ha tenido a su amigo Elliot. Ese Elliot se plasma en el dibujo de un dragón que hace Peter.
La guardabosques recuerda la historia que cuenta su padre sobre un dragón del bosque y que ella nunca ha creído.
Peter decide llevar a sus nuevos amigos a ver a su amigo Elliot.
También deciden ir otros con intenciones más aviesas.
Aquí empieza la aventura, tal vez un poco predecible, aunque consigue emocionar, sobre todo a los más pequeños.

La película está bien realizada. Los actores son buenos, nada menos que Robert Redford entre ellos, interpretando al  padre de Grace, la actual guardabosque del ese gran bosque del norte.
El guión está bien adaptado y basado en una historia muy buena. Los efectos especiales que dan vida al dragón Elliot son muy buenos también, están muy bien hechos.

Está bien para pasar el rato con la sobrina menor de 10 años.
La sala estaba llena de padres y, sobre todo, madres, o tíos y, sobre todo, tías, con sus respectivos hijos e hijas o sobrinos y sobrinas.

Destaco la idea que el señor Meacham le deja caer a su hija Grace que no cree en la existencia del dragón. Le viene a decir que ella, que ha recorrido cada rincón del bosque, no lo ha visto porque no mira con los ojos que hay que mirar. Tampoco había visto al niño y no era una presencia tan extraordinaria.

En la vida nos podemos perder muchos dragones porque no miramos la vida con los ojos que hay que mirarla, sino que la miramos con los ojos superficiales que nos crea la idea de saberlo todo, de pensar que no hay nada más allá de lo que podamos comprobar con nuestros sentidos… Los ojos que nos ayudan a ver dragones los ciega la cerrazón en lo material y el abandonar la tierra fantástica y abierta de la infancia.

¡Ojalá que no nos dejemos cegar los ojos que nos permiten ver dragones!


 

Si Dios quiere, humor en profundidad
El domingo tuve la oportunidad de ver la película italiana Si Dios quiere.

La película ya venía precedida de algunas críticas de algún salesiano, de algún profesor, de algún programa que suele tener un espacio para hablar de películas con cierto mensaje. Y las críticas eran muy buenas. Y la película no me defraudó, como suele suceder en más ocasiones de las que se quiere. Me gustó mucho.

Es una comedia al más puro estilo italiano, con un fondo social y religioso muy profundo e interesante, como muchas de esas comedias,  y, aunque está presentado en el formato de comedia, no le quita profundidad ni interés, sino que la hace más atractiva. Esto nos muestra el gran trabajo del guionista para conseguir el humor y la profundidad en los diálogos y el gran trabajo de los actores y actrices para expresar ambas cosas. Por supuesto todo esto conlleva una muy buena dirección.

La situación parte del planteamiento de la vocación sacerdotal de un joven a su familia.

Andrea, el hijo de la familia, que hasta el momento está estudiando medicina, con gran alegría y orgullo de su padre Tomasso, comunica a todos que quiere ser sacerdote. La familia decide aparentar comprensión y alegría. Sin embargo no pueden impedir que surjan los sentimientos escondidos: el ateísmo del padre, el sentimiento de pérdida de sentido de la vida de la madre –Ana-, la superficialidad y pijotismo de la hija –Bianca.

La vocación de Andrea actúa como catalizador de muchas reacciones, que conducirán a cada cual por diferentes caminos.

De todas las trayectorias y cambios se destaca el del padre, que se contrapone a Pietro, el sacerdote que acompaña a Andrea en su proceso vocacional.

Con humor, chispa, atractivo, Si Dios quiere, pone sobre la pantalla temas tan interesantes y humanos (y que no solemos poner sobre ninguna mesa) como el sentido de la vida, la fe (en este caso la fe cristiana), la vocación, si la religión y la fe ayudan a la persona a replantearse su vida, a ser mejores personas, a ser más felices, la iglesia.

No ofrece una visión acrítica y dulzona de estos temas. Pone luz sobre los apartados más oscuros de cada una de estas cuestiones. Lo importante es descubrir qué brilla más si lo positivo o lo negativo, como se hace en la película.

Solamente por pensar en estas cosas fundamentalmente humanas y dejar el fútbol, la economía, la política, las notas en los estudios, algunas series de televisión que sólo nos sirven para pasar un rato entretenidos sin pensar mucho, y pasar un buen rato, ya merece la pena pagar la entrada para ver esta película.

Aquí dejo el trailer. Es casi tan bueno como la película.




Segunda temporada de éxito de la serie El Ministerio del Tiempo

Ha finalizado la segunda temporada dela serie El Ministerio del Tiempo.
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Es una serie que está teniendo mucho éxito en su exhibición televisiva y en todo lo que la rodea y completa en la web.

El éxito se debe a que es una buena serie. La idea original es original, valga la redundancia, es muy creativa y los guiones que van surgiendo en torno a la idea son buenos, sólidos, creíbles, creativos y originales.

Todo esto está interpretado fabulosamente por un buen grupo de actores y actrices. Aclaro lo de buen grupo, porque no sólo pretendo decir que son muchos, sino que son buenos, lo hacen bien, lo cual aumenta la credibilidad de la serie y la bondad del producto.

Con todo esto que estoy destacando de positivo, me alegra sobremanera que sea una serie española, se le ha ocurrido a unos españoles y no a unos estadounidenses.

Creo que todos sabemos de qué trata la serie y no voy a redundar en ello, sino que voy a plantear una serie de cuestiones:
-          ¿Ayudará esta serie a conocer nuestra historia?
-          ¿Ayudará a unirnos más a los españoles?
Son objetivos que se proponen los creadores y que me gustaría que se consiguiesen.

Junto a episodios de la historia de España, aparecen preguntas importantes para cualquier persona: ¿qué sentido tiene lo que estoy haciendo? ¿Se puede cambiar el pasado? ¿Puedo hacer lo que quiera y me apetezca con los dones que se me dan?

Espero seguir disfrutando de las aventuras de El Ministerio del Tiempo, recordando momentos y personajes importantes de la historia de España con cada puerta que se abra en los nuevos episodios que deseo que se hagan.




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Spotlight.

Luz sobre un tema escabroso sin morbosidad



Ganadora del Óscar a la Mejor Película este año, cuenta la historia real del desenmascaramiento de los abusos de unos sacerdotes católicos y su protección por parte de su obispo y de un grupo de abogados de Boston por el equipo de investigación del Boston Globe.



Este equipo de investigación se denomina Spotlight y se dedica a trabajos de investigación dentro del periódico. El nuevo director les propone investigar las denuncias de los casos de abuso de sacerdotes católicos a menores.

Este era un tema que el periódico ya había tratado y del que no sacaron mucho, por lo que surgen las dudas y los cuestionamientos al nuevo director, que, para ahondar en las dudas, era judío en un ambiente católico. Este tema podría traer muchos problemas al periódico, sobre todo en el momento de crisis que se empezaba a vivir en el mundo de la prensa escrita.

A partir de aquí se desarrolla la historia de la investigación de este grupo de periodistas.

Nos presenta el trabajo de un periódico y de sus periodistas, que tienen ese ideal de presentar la verdad por encima de cualquier presión. Deja claras las dificultades que se les contraponen por parte de un gran número de personas e instituciones de la ciudad, que son católicas, que opinan que se le puede causar un daño irreparable a la Iglesia, que podría dar al traste con todo el bien que realiza esta institución en la ciudad.

Nos presenta también la opinión de todos aquellos que conocen lo dramático de los hechos y que sienten que se está convirtiendo en una situación dañina enquistada y usan todos los medios para evitar este enquistamiento y, también, para hacer justicia.

La historia no cae en el morbo ni es escabrosa. El protagonismo lo tiene el trabajo de los periodistas.

Es una historia consistente, con un buen guión, con una base, que es el caso de los abusos de los sacerdotes, muy potente y que se hace entretenida por la tensión que va marcando la investigación, la gente que se va viendo implicada y esa lucha psicológica que se traba entre los mismos periodistas y los periodistas y el ambiente católico.

¿Consigue este equipo desenmascarar la situación?

Pues eso no se puede decir, aunque es fácil de conocer y, pienso, que da igual, al menos en mi caso no ha afectado para disfrutar de la película.



Por otra parte está la cuestión de los abusos a menores por parte de sacerdotes.

Es conocido que han sido puestos a la luz, descubiertos o dados a conocer demasiados casos. Digo demasiados, porque ya uno solo sería demasiado, por la razón que muchos dan y que aparece en Spotlight de que se abusa de menores indefensos, inocentes, que se fían de aquellos que son “enviados” de Dios y que, por tal motivo, se confían y creen que no les pueden hacer nada malo. Rompen su confianza en los demás y su fe en ese Dios del que, quienes han abusado de ellos, les enseñaban que los quería y amaba, porque tras esa experiencia la duda sería cómo Dios puede permitir esa violencia y mal.

Si esto es muy malo, igual o más lo es que haya obispos u otras personas de la iglesia que pretendan encubrirlo, como si no fuese lo suficientemente grave, y solamente se trasladase a los autores de los abusos de un sitio a otro –en el que continuaban con su conducta- y no buscar el medio eficaz de resolver el problema en los abusados y en los sacerdotes abusadores, en el campo legal, en el campo psicológico y en el campo psiquiátrico… Esto es lo que agranda el dolor de los creyentes, no sólo que existan estos tipos en la iglesia, sino que se trate de ocultar el problema por parte de sus superiores.



Es importante la conclusión que se deduce de la película y que uno de los periodistas del equipo, el de más edad, dice: que si el problema se ha alargado tanto en el tiempo es debido a que muchos, no exclusivamente en el ámbito eclesial, también los mismos periodistas, algunos abogados, personas destacadas de la sociedad y mucha gente “normal”, miraron hacia otro lado y dejaron pasar el problema sin luchar para que no se agrandase ni se alargase.

Con esto no quiero reducir la responsabilidad de la Iglesia, pero es interesante tener esto en cuenta, no sólo en este problema, sino en otros que se nos presentan: el terrorismo, la violencia, la droga, el alcoholismo, la violencia de género… ¿miro para otro lado o hago algo para que esto desaparezca?

¡Ojalá que todos los periódicos, revistas, radios, televisiones, tuvieran un equipo de este estilo para poner luz en temas que tienen que ser denunciables y los sacasen a la luz! ¡Ojalá que el denunciar todo lo denunciable que hay en nuestra sociedad no lo dejemos en manos de los medios de comunicación!

Una buena película que merece la pena ver porque entretiene y nos hace plantearnos temas importantes para nuestra sociedad. No hay que perdérsela.
 

Del revés
El mundo de las emociones da para mucho

https://elcadillacnegro.files.wordpress.com/2015/07/inside-out.jpg                La película de PIXAR explica de una manera amena, entretenida, divertida – no oso calificarla de acertada o buena, porque no soy experto en los intríngulis del cerebro y de las emociones, no conozco bien la máquina mental- . Desconozco mucho de nuestro disco duro y, sobre todo, de las emociones, que se destacan en esta historia.

                Como persona más situada en el lado de la ignorancia del tema, a mi me ha ayudado a conocer más algunas emociones, las cinco esenciales, que son las protagonistas.

                Es una buena película, entretenida, divertida, aunque transmita la sensación de que son estas emociones las que nos dominan y obligan a actuar de una manera u otra.

                Puede ser que se deba a que se ciñe a la infancia y en esta etapa humana nos dominan los sentimientos, las emociones… y que esto se corrija en supuestas futuras entregas, que deja adivinar al final con esa etapa que se nombra de pasada: adolescencia.

                El complejo y desconocido mundo mental y emocional da para mucho.

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